Festival de cine de Las Palmas (LPAFilmfestival) 2015. Sugerencias día V

18 marzo 2015

Crumbs - Miguel Llansó poster

La Sección oficial apura sus pases y hoy se presentan Crumbs, el primer largometraje de Miguel Llansó, que continúa su aventura etíope con este ‘romance surrealista de ciencia ficción‘ protagonizado por su actor fetiche, Daniel Tadesse, la película acaba de proyectarse en el Festival de Rotterdam, y el drama indio Asha Jaoar Majhe de Aditya Vikram Sengupta.

Basilio Martín Patino. La décima cartaPor la tarde, a las 17h en el Guiniguada, se proyecta el último bloque de cortometrajes del LPAFILM Canarias con piezas de Mercedes Afonso, Coré Ruiz o Samuel Martín Delgado y Helena Girón. A las seis coinciden el primer pase de Crumbs y el último de Basilio Martín Patino. La décima carta, el retrato documental de un crepuscular Martín Paino elaborado por Virginia García del Pino, que finalmente logra atrapar un rayo de lucidez de un cineasta desgraciadamente cada vez más impenetrable. En esta sesión comienza la retrospectiva incompleta dedicada al director norteamericano Alex Ross Perry con la proyección de su segundo largometraje, la comedia ácida The color wheel.

A las 19:15 en el Guiniguada el documental canario Estación Andamana, de Sergio Morales y en el Quegles el programa de la Sección Banda Aparte englobado bajo el epígrafe El mundo como reescritura. A las 20h brilla Cavalo Dinheiro, el primer largometraje del portugués Pedro Costa desde Ne change rien y nueva incursión con Ventura en Fontainhas. Para quien prefiera conocer la primera obra de Alex Ross Perry, se proyecta en el CICCA Impolex, inspirada en El arco iris de la gravedad, de Thomas Pynchon.

En la última sesión tenemos la última oportunidad de ver Le paradis, la exquisitamente minimalista divagación sobre la muerte, los mitos griegos y los pasajes bíblicos de Alain Cavalier, o el último León de oro del Festival de Venecia, A pigeon sat on a branch reflecting on existence, última entrega de una triolgía dirigida por el veterano pero poco prolífico director sueco Roy Andersson.


El fotograma improbable: el paisaje final de ‘Cuando los mundos chocan’ (Rudolph Maté, 1951)

28 febrero 2015

Cuando los mundos chocan IVaLa historiografía oficial atribuye la presencia del paisaje de dibujos animados del final del film, que ilustra el planeta Zyra al que llegan los protagonistas, a las estrecheces presupuestarias y a las prisas por terminar la película por parte de los ejecutivos de la Paramount.

Cuando los mundos chocan IVbSegún esta versión, la urgencia por ultimar y lanzar la copia definitiva llevó a que se conservara finalmente el matte painting realizado por Chesley Bonestell, que supuestamente no era más que una guía a la espera de un set en miniatura más fino y realista. Sin embargo, y a pesar de las críticas a la ruptura en la verosimilitud provocada por esta panorámica à la Disney, lo cierto es que existen indicios que nos permitirían especular sobre una explicación alternativa que justificaría su inclusión.

Cuando los mundos chocan IAsí, no debemos obviar un hecho tan relevante como que George Pal, el productor de esta película y de otros tantos clásicos del cine de ciencia ficción, como Destination moon (1950), The war of the worlds (1953) o Conquest of space (1955), era un reconocido especialista en cine de animación, en su caso de stop motion, pues era el oscarizado responsable de los Puppetoons. Por lo tanto, Pal resultaba ser un entusiasta de la animación, que no era en absoluto ajeno a las posibilidades que ofrecía mezclar imagen real con imagen animada pues ya había empleado esta fórmula en el primer largometraje que produjo, The great Rupert (Irving Pichel, 1949), y que perfectamente pudo sentirse decidido y cómodo con el resultado y las posibilidades que ofrecía un final como éste.

Cuando los mundos chocan IILa otra explicación está relacionada con una concreta solución cinematográfica. El viaje espacial en el nuevo arca de Noé ocupa el tramo final de la película y la llegada a la tierra prometida de Zyra de los nuevos peregrinos tiene lugar después de que el planeta tierra haya resultado aniquilado tras su colisión con Bellus. Pero curiosamente esta colisión solo se muestra en una silenciosa escena a través del monitor de la nave, y con unas imágenes que solo presencian los espectadores del film, pues sus tripulantes han caído dormidos como consecuencia del despegue. Además, la escena termina con un sospechoso fundido en el monitor entre la colisión y una visión de la nave desde el exterior, que finalmente termina por ocupar íntegramente la pantalla. En la siguiente escena vemos como los pasajeros recobran la conciencia y logran aterrizar en Zyra sin realizar el menor comentario sobre el apocalipsis terráqueo.

Cuando los mundos chocan IIICon este sutil matiz visual, inexplicable si nos atenemos a la lógica narrativa, se abre la puerta a la posibilidad de un final de misión exitoso que en realidad solo ocurra en la mente, o en los sueños, de los desmayados peregrinos espaciales, de ahí el mundo de dibujos animados en Technicolor que les espera a su llegada, o bien que, alcanzada la nave en la colisión entre los planetas, el resto, a partir del fundido, no sea nada más que un fantasioso epílogo, coronado por un alucinado mundo edénico y un borrado de emociones y memoria, fuera de las más mínimas coordenadas realistas, incluso para una película de ciencia ficción de serie B.Cuando los mundos chocan VI


El espectador – Marguerite Duras (1980)

24 diciembre 2014

Marguerite Duras - Les yeux verts

Habría que intentar hablar del espectador, del primer espectador. El que llaman infantil, el que acude al cine para divertirse, a pasarla bien. Y no va más allá. Éste es el espectador que hace el cine antiguo. Es el más educado de todos los espectadores. Fue a él, por cierto, a quien en su juventud le enseñaron que la función del cine era distraer, que se iba a ver una película para olvidarse de otras cosas. Cuando este espectador entra en una sala, es para huir del exterior, de la calle, de la muchedumbre, escapar de sí mismo, sumergirse en otro mundo, el del filme, perder el yo que se dedica al trabajo, los estudios, la pareja, las relaciones, el de la repetición cotidiana. No pasó de ahí desde la infancia, y ahí permanece, en la infancia cinematográfica. Quizá sea en ese lugar, en la sala de proyección, donde este espectador encuentra su verdadera soledad, la cual consiste en apartarse de sí mismo. Cuando se entrega al cine, la película cuida de él, dispone de él, hace de él lo que quiere. En ese momento, el espectador vuelve a encontrarse descargado de responsabilidad, como un niño durante el sueño y el juego. Este espectador es a la vez el más numeroso, el más joven y el más irreductible en todos los países del mundo. Tiene la inmutabilidad de la niñez. Eso, en todas partes. Quiere conservar su viejo juguete, su viejo cine, su fortaleza vacía. Lo conserva. Este espectador es el del montón, el de esa mayoría incambiada e incambiable desde siempre, la de las guerras y de los votos de derechas, la que atraviesa la historia de la que es objeto, que no sabe nada. Actúa igual con el cine. Mudo, neutro, no comenta, no juzga la obra que ve. Simplemente va a verla o no va.
Este espectador representa más o menos toda la población artesana y obrera, pero también pertenecen a este tipo muchos científicos, muchos técnicos, muchas personas que tienen un trabajo especializado de gran importancia. Los científicos son mayoritarios: la población tecnológica, los matemáticos, todos los ejecutivos, toda la construcción. Desde los albañiles, los ingenieros, los fontaneros y los capataces hasta los promotores
«La juventud del trabajo» dicen nuestros gobernantes. «La población trabajadora» dicen los otros. Los que han estudiado y los que no tienen estudios se encuentran igualados en el mismo cine. Los que cursaron medicina, física, artes cinematográficas, los que sólo aprendieron ciencias, los que no hicieron jamás nada al margen de sus estudios, ninguna cosa para variar, se encuentran con los que poseen títulos técnicos o ningún estudio. A esta gente hay que añadir toda una crítica, la mayoría de la crítica, la que aprueba la elección del primer espectador, la que sanciona las películas personales y defiende el cine de acción adaptado a todos, y siente por el cine de autor un odio tal que no podemos dejar de ver en él una ira escondida, cuyo origen no es el que se aduce. Según toda esa gente, se va al cine a fin de volver a encontrar el truco para reír o asustar, el truco para pasar el tiempo, la perduración del juego infantil, la violencia de las guerras, matanzas, contiendas, la virilidad bajo todas sus formas, la virilidad de los padres, de las madres, en todos los aspectos, las carcajadas de antaño a costa de las mujeres, las crueldades y las intimidades de alcobas. Las únicas tragedias, aquí, son amorosas o de rivalidad de poder. Todas las películas que va a ver este espectador son paralelas, van siempre hacia la misma dirección; se espera de ellas idéntico desarrollo, el mismo desenlace. Cuando este espectador deja una película antes del final, es que le ha pedido un esfuerzo de reajuste, un esfuerzo adulto para acceder a su exigencia. Porque lo que pretendía no era ver sino volver a ver cine
Este espectador, se halla separado de nosotros, de mí. Sé que no llegaré jamás a él, ni pretendo llegar. Sé quién es. Sé que nadie puede cambiarlo, que es inalcanzable. Somos inalcanzables. Estamos frente a frente, en una separación definitiva. No hará jamás, por sí solo, la cifra entera de la población. Siempre estaremos ahí, al margen, nosotros, los autores de escritos, los autores de libros, de cine. A este espectador, no sabemos ponerle un nombre, llamarlo de un modo. No le llamamos. Da igual. Lo de menos es el nombre que se le ponga. Da lo mismo. Lo que pasa es que, en la ciudad, en la masa de la ciudad somos dos; estoy yo, hacia quien él no vendrá nunca; está él, hacia quien yo no iré. Nuestro derecho equivale rigurosamente al suyo, mi derecho equivale al suyo. Estamos igualados. Sí. Nuestro derecho de supervivencia en la ciudad es equivalente. Soy menos numerosa que él, pero tan inevitable e irreductible como él es. A medida que el tiempo vaya pasando, decenios y decenios, ¿acabará por entender que no es el único? No lo creo. No veo cómo, formado como está, desde la niñez, por toda la ideología imperante, oficial o paraoficial, podría escapar de la trampa de su propio reinado. Hace funcionar la ciudad. Nosotros no hacemos funcionar nada, simplemente nos encontramos en la ciudad al mismo tiempo que él.
Estos espectadores hablan de sí mismos diciendo «nosotros», «nosotros los obreros». Yo, en cambio, hablo por mí mismo: «yo, la que hace cine, difícil o no, cine» Manifiesto lo que veo que ocurre entre él y yo. Lo que digo del espectador, en este momento, es lo que pienso de nuestro encuentro. No puedo comprometerme en un juicio que se jacte de representar la generalidad de la opinión. Todavía no sé como se podría hablar de este primer espectador desde el punto de vista de la teoría o de la crítica. Ocupa un lugar que aparece como irreal, abandonado, muerto, matado por la desbandada, la huída de la persona. Sí, una especie de lugar inmoral. Sólo se puede hablar de él en nombre de todos, desde un lugar igualmente inmoral.
Tengo más o menos entre quince y cuarenta mil espectadores. Esta cifra es la de mi novela Le ravissement de Lol V. Stein en Collection Blanche. Es mucho. El mismo título en edición de bolsillo debe de estar en sesenta mil; pero el número de los lectores será el mismo: de treinta a cuarenta mil. Muchos guardan el libro y no consiguen leerlo, no hacen el esfuerzo de adentrarse en él. Como en el cine. Digo que es una cifra importante. Son cifras importantes tanto para un libro como para una película. Hay que admitirlo. Los cineastas profesionales cuentan a los espectadores en términos de kilogramos. Intuyo que los jóvenes cineastas no se perdonan no superar esa cifra de treinta mil personas. Se teme que sean capaces de hacer cualquier cosa para alcanzar los trescientos mil espectadores, la cifra que pierde, que les perdería. Que se hundan, juntos, los cineastas y los espectadores primeros. Estamos separados. ¿Qué significaría, para nosotros, ganarles? Nada. Ganarles en nada, ya que lo que haríamos no tendría razón de ser en lo que a nosotros respecta. ¿En qué términos dirigirnos a ellos? Desconocemos su lenguaje y ellos ignoran el nuestro. Esta diferencia entre ellos y nosotros se asemeja a los grandes desiertos de la historia. Entre ellos y nosotros hay la historia, las pestes de la historia política, sus lentas recaídas. Sí, de eso se trata, de este desierto, de aquellos lugares irremediables de la repetición secular, la de la misma tentativa de verse, de oírse. Aquí todo es vanidad e inanidad.
Jamás se puede obligar a un niño a leer. El niño a quien castigan por leer tebeos quizá deje de leerlos; pero por obligación, no acudirá jamás a otras lecturas. Y si se le adoctrina, el resultado es el peor de todos. En la Alemania hitleriana, en la Rusia soviética, sólo hay películas dogmáticas. El resultado obtenido no puede ser más lamentable. Basta observar el resultado de la obediencia incondicional de las tropas y del personal del PCF, la nivelación de la inteligencia, el desplazamiento horrible de la persona hacia su cadáver. Eso dio origen a los jóvenes catequizados nazis o soviéticos, los jóvenes soldados de Praga y de Kabul. Nunca se podrá hacer ver a alguien lo que no vio él mismo, descubrir lo que no descubrió por sí solo. Jamás, sin dañar su vista, sea cual sea el uso que haga de ella. A este espectador, creo que hay que abandonarlo a sí mismo; si ha de cambiar, cambiará, como todo el mundo, de golpe o lentamente, a partir de una frase escuchada por la calle, de un amor, de una lectura, de un encuentro, pero solo. En un enfrentamiento solitario con el cambio.

Le spectateur fue publicado en el número de junio de 1980 de Cahiers du Cinéma, dedicado a Marguerite Duras y coordinado por Serge Daney. Hay traducción al castellano, de Chantal Delmas, en Los ojos verdes, Ed. Plaza Janés, Barcelona, 1990.


Colaboración: Revista Shangrila nº20-21 – Marguerite Duras

13 diciembre 2014

Cuando ya está disponible Las distancias del cine, el último número de la revista Shangrila, que incansable prosigue su extraordinaria labor editorial (imperdibles los libros de Aumont, Rancière o Bellour), queremos recuperar el pasado ejemplar, dedicado a la escritora -y cineasta postergada- Marguerite Duras, en el que tuvimos la oportunidad de colaborar con un modesto artículo.


Shangrila Revista 20-21
MARGUERITE DURAS. MOVIMIENTOS DEL DESEO. Coordinación: Nacho Cagiga Gimeno / Jesús Rodrigo García
SUMARIO
PRIMER MOVIMIENTO
Labrar silencio y resistir – Alba Ceres Rodrigo
Marguerite Duras o el deseasosiego – Nuria Ruiz de Viñaspre
Irse – Mariel Manrique
Neauphle-le-Château. Donde vive la escritura – Olvido Marvao

SEGUNDO MOVIMIENTO
La recursividad de la (auto)biografía y del imaginario durasianos – Amelia Gamoneda
Donnadieu/Duras. Narrar/narrarse. Confesión, deseo, simulacro – Isabel Mercadé

TERCER MOVIMIENTO
Aquella reina, negra y azul. (La muerte de una mosca azul) – Pablo Perera Velamazán
Destruir – Maurice Blanchot
Mírela. Cierre los ojos. Vea ese abandono. (Una lectura de Il dialogo di Roma, de Marguerite Duras) – Alberto Ruiz de Samaniego
De las dificultades de la filosofía y la soltura del cinematógrafo. En velado recuerdo de India Song – Isabel Escudero

CUARTO MOVIMIENTO
Moderato silencioso. Los límites del amor en las ficciones de Marguerite Duras – Faustino Sánchez
Madame Duras y el círculo vicioso – Laia López Manrique
Marguerite Duras. La lepra del corazón – Jesús García Hermosa
La escritura fílmica de la pérdida. Los ojos verdes – Nacho Cagiga
¿Y qué pasaría si la Rive gauche hubiera sido la verdadera Nouvelle vague? – Ricardo Adalia Martín
Marguerite Duras. Palabra, silencio – Juan Jiménez García
Outside. Marguerite Duras – Javier M. Tarín

QUINTO MOVIMIENTO

SEXTO MOVIMIENTO
La memoria inconsolable: Hiroshima mon amour – Irene de Lucas
Hi-ros-hi-ma – Pilar Carrera
El amor y la muerte. Hiroshima mon amour ¿Filme nihilista? – Edgar Morin
Escribir el rostro entre los rostros de Marguerite Duras – Ruth Llana

SÉPTIMO MOVIMIENTO
El color de la palabra – Alegría Royo Beltrán
Marguerite Duras: Música espectral. Los ecos y las resonancias del fantasma – Luiz Soares Júnior
El grito pleno de la pasión. Los textos fílmicos de Marguerite Duras – Juan Miguel Company Ramón
Con otras voces, en otros ámbitos – Alegría Royo Beltrán
Escucho India Song – Udo Jacobsen Camus
Baxter, Vera Baxter. Casa tomada – José Francisco Montero
Deseo y destino: La estructura teatral en la obra de Marguerite Duras – Ana Hidalgo

OCTAVO MOVIMIENTO
Marguerite Duras. El arrebato de Lol V. Stein – Juan Miguel Ariño
El dolor durasiano o la escritura inmunológica – Javier Iglesias

CADENZA Y CODA
De príncipes milenarios, amores y huidas – Marisa López Mosquera
Marguerite Duras salta a la comba – Luis Miguel Rabanal


Festival de cine de Las Palmas (LPAFilmfestival) 2014: epílogo

30 noviembre 2014

Educação sentimental poster

En la anterior despedida del Festival Internacional de cine de Las Palmas de Gran Canaria, en el año 2012, deseábamos que la precaria situación económica general no interfiriera en su viabilidad o su existencia futura. Finalmente sí que lo hizo, pues en 2013 no se llegó a celebrar. Ahora, con ocasión de su recuperación, y cuando en su clausura felizmente se anunció la continuidad para el 2015 (volviendo a sus idus de marzo), esperamos que la demagogia y el oportunismo propiciado al calor del a perro flaco.. no logren hacer mella ni en la debilitada, por la austeridad, organización, ni tampoco en los siempre veleidosos responsables políticos municipales. De manera que, pese a los cantos fúnebres de los mediocres y los mezquinos, se mantenga el rumbo firme y no se vea forzado a apearse de la apuesta editorial que constituye ya la seña de identidad característica de un festival severo y exigente para continuar siendo un oasis cinematográfico (junto a las actividades de la Asociación de cine Vértigo y del Aula de cine de la ULPGC) en este alejado páramo insular.

Indudablemente, el problema es profundo, social y cultural, y tiene que ver con la (falta de) educación cinematográfica que padecemos. No obstante, la resucitación del Festival ha estado marcada por un quizás inevitable tono elegiaco, o crepuscular, exteriorizado por el declive de los Multicines Monopol, con sus pantallas jaspeadas, sus butacas ausentes y el improbable escenario fantasmagórico que anegaba la Sala 3. También ha sufrido por la contraproducente convivencia entre la programación festivalera, y su público fiel, con la habitual del multicine, lo que contribuyó a una desusada ausencia de ambiente, a lo que también puede haber colaborado el limitado despliegue publicitario y el mínimo apoyo municipal. Todo esto ha extendido la interesada especie de que cunde la desafección del público (aunque esta huida de las salas, a nuestro parecer, tiene otro recorrido y es -en general- imparable) lo cual ha dado alas a uno que confunde ver películas con saber de cine para postular un cambio de rumbo, por supuesto con las palomitas, la ‘conexión’ con el público y la preocupación por el ‘dispendio’ económico por bandera hasta la rentabilidad y el espectáculo como programa, con nada menos que Cine+Food como modelo a imitar.

Mes séances de lutte Jacques Doillon

Lo cierto es que en esta edición la disminución a una tercera parte del presupuesto, ya muy menguado en la anterior, creemos que ha resultado muy significativa, repercutiendo de puertas para afuera en la percepción del espectador y el ciudadano, pues se ha traducido no solo en la mengua de un día de festival, de salas disponibles, de películas exhibidas (aunque dada la proliferación de títulos atractivos esto pudiera ser de agradecer) y el aumento de pases únicos, sino también en la reducción de retrospectivas o secciones digeribles para congraciarse con el público general no especializado. Lo que unido a otros detalles, como la ausencia de voluntarios que intermedien con un público potencial pero desinformado, la momentánea falta de programas y la animosidad mostrada por la, salvo excepciones, cerril e indocumentada crítica periodística local, alimentan frente a pasadas ediciones el recuerdo de un panorama triste y desconectado.

Aún con todo, la oferta cinematográfica festivalera en su conjunto supo no solo mantener el tipo dignamente, sino con cierta holgura al abrir ventanas- de otra manera inaccesibles- para el habitualmente huérfano espectador insular curioso o arriesgado. De tal forma, la variedad de la oferta permitió a los asistentes elaborar su particular abordaje festivalero, haciendo realidad la simultánea convivencia de festivales paralelos. Desde los que se concentran en la sección oficial, a los que intentaron tomarle el pulso al mejor cine contemporáneo, al cine español menos comercial o al cine norteamericano que no llega a las pantallas nacionales. Por nuestra parte, nos atuvimos esencialmente al programa que prediseñamos al comienzo, lo que, por un lado, nos permitió disfrutar de una perspectiva de conjunto al picar de aquí y de allá, y, por otro, poder recuperar títulos de las diferentes secciones, con especial atención en las informativas.

Valérie Massadian, Mane Cisneros, Toni D'Angela y Mireia Ros

De la Sección oficial, curiosamente, solo vimos dos de los documentales Carta a un padre y Castanha y, anticipándonos a la resolución del jurado presidido por Toni D’Angela, cuya revista publicaba oportunamente un estudio sobre Júlio Bressane, las dos películas más sobresalientes, acertadas ganadoras de los premios más importantes del Festival: Educaçao sentimental y Mes séances de lutte.

Puesto que la invisibilidad de Invisibles USA es solo relativa, ya que en todo caso afecta a las pantallas comerciales, pero no a las virtuales, más porosas, nuestro interés se concentró en las dos ramas en las que se dividió la Sección informativa de esta edición. Así, pudimos disfrutar de la visión apocalíptica y virulenta de una China poseída por el virus del capitalismo autoritario que ofrece Jia Zhangke en A touch of sin, los documentales E agora? Lembra-me, de Joaquim Pinto, y The unknown known, el primero en clave autobiográfica y el segundo, de Errol Morris, mostrándonos al halcón de la política norteamericana Donald Rumsfeld. También cayeron Night moves, de Kelly Reichardt; y Stella cadente, de Luis Miñarro, un conocido del Festival de Las Palmas; entre los que incluimos a Cao Guimarães, que participó con O homem das multidões.

Costa da morte . poster

En la otra rama de la Sección informativa, Banda aparte, se dieron cita las propuestas más arriesgadas y afines al espíritu de los mejores años del Festival de Las Palmas y también de este blog. Entre ellas destacamos el inclasificable tríptico A spell to ward off the darkness, de los exploradores Ben Rivers y Ben Russell, la hipnótica pieza de Philippe Grandrieux, White epilepsy, así como la particular visión paisajística de Lois Patiño en Costa da morte, los descartes Outtakes from the life of a happy man, del imprescindible Jonas Mekas, o Pays barbare, de los traperos de la memoria Yervant Gianikian y Angela Ricci Lucchi. Mas también los cortos de Miguel Gomes y João Pedro Rodrigues y João Rui Guerra da Mata, Redemption y Mahjong, y la selección de obras cortas de los francotiradores solitarios Jean Claude Rousseau y Phil Solomon.

En el tintero se quedaron un buen puñado de títulos que esperamos recuperar de una u otra forma en otro momento: Mille soleils dirigida por Mati Diop, las gigantescas At Berkely, de Frederick Wiseman, Norte, the end of history de Lav Diaz y P3ND3JO5, de Raúl Perrone, o el ciclo dedicado al nuevo, y éste sí apenas visible, cine español, del que solo vimos El futuro, de Luis López Carrasco.

El Festival probablemente continúe lastrado por las estrecheces presupuestarias, un debilitamiento que parece que ahonda un muro de incomprensión entre amplios sectores de los medios locales, que no muestran ningún interés ni ambición por estar a la altura de la propuesta cinematográfica. Esto a su vez deja la puerta abierta a que sea cuestionado por algunos oportunistas y que, finalmente, pueda cundir el desánimo en sus filas al estar luchando contra molinos una batalla perdida. Lo importante es que el LPAFilmfest siga cumpliendo airosamente, dentro de la contención obligada por las circunstancias económicas, su función de verdadero baluarte o reducto cinéfilo insular y nacional. Y por ello, a pesar de los rebuznos, nos congratulamos de que la fidelidad a su perfil editorial certifique su excepcionalidad en este páramo, así como su necesidad y provecho. Hasta el punto de que se ha convertido en una bomba de oxígeno entre los cada vez más reducidos espacios para la cultura con criterio, acosados por los recortes y la guadaña cerril, que van quedando disponibles. Así, celebramos tanto su existencia y los contenidos, las películas, seleccionadas, que nos han permitido atesorar una nueva cosecha de lo más granado proveniente de otros festivales, como su contribución a difundir y enfocar la atención crítica sobre su programación dentro del panorama nacional y, en la medida de sus posibilidades, internacional.


Festival de cine de Las Palmas (LPAFilmfestival) 2014. Sugerencias día VIII

7 junio 2014

Pendejos Raúl Perrone afiche

Acaba con fuerza el Festival, esta mañana se proyectó otro de los platos fuertes, y largos, de la Sección panorama en pase único, P3ND3JO5 del, para el gran público invisible, argentino Raúl Perrone, que solo competía en interés con el segundo pase del último episodio de la historia del cine que silenciosamente está llevando a cabo Mark Cousins, A story of children and film.

Manifestación contra las prospecciones 8 junio

En la sesión de la tarde, mientras que fuera de las salas Canarias muestra en la calle su rechazo a las prospecciones petrolíferas autorizadas por el Gobierno nacional del PP, retomamos el pase de Pays barbare, otra reflexión sobre la memoria y la política, esta vez con la Etiopía colonial italiana de fondo, de manos de Yervant Gianikian y Angela Ricci Lucchi, que dejamos pendiente el martes entre Árboles y Night moves. Para los que no comulguen con la senda seguida por esta pareja de cineastas siempre está la posibilidad de escoger entre dos de las películas premiadas en la Sección oficial, Kumiko, The treasure hunter, Premio del público y Mención especial del jurado, del indie David Zellner y What they don‘t talk about when they talk about love, (Yang tidak dibicarakan ketika membicarakan cinta), de Mouly Surya, premio José Rivero al mejor nuevo director.

A las 20h nos debatimos entre Coming to terms, la meditación sobre la muerte dirigida por Jon Jost, protagonizada por el también cineasta James Benning y una de las películas españolas del momento, El futuro, de Luis López Carrasco, de plena actualidad estas últimas fechas cuando se está poniendo en cuestión el modelo político-social surgido de la transición española.

La última sesión nos proporciona la posibilidad de acercarnos a White epilepsy, una pieza en las lindes del video arte firmada por el cineasta francés Philippe Grandrieux. Quien prefiera un menú más accesible, siempre puede optar por Meek’s Cutoff, el western revisionista en clave femenina y minimalista de Kelly Reichardt, una de las cineastas norteamericanas más interesantes.


Festival de cine de Las Palmas (LPAFilmfestival) 2014: sugerencias día VII

6 junio 2014

Why they don't talk about when they talk about love

Hoy por la mañana se presentó la última película a concurso en la Sección oficial, la indonesia presentada en Sundance What they don‘t talk about when they talk about love, (Yang tidak dibicarakan ketika membicarakan cinta), de Mouly Surya. A partir de las 17h conoceremos el veredicto del jurado.

A las 18h se plantea una disyuntiva que los que ya hayan visto É o amor, del portugués João Canijo, no tendrán, pues coincide con Coming to terms, de Jon Jost, protagonizada por el también cineasta James Benning.

Stella cadente - Lluis Miñarro

En la primera sesión de las noche nuestra elección se inclina por Stella cadente, la mirada sobre breve monarca Amadeo de Saboya dirigida por el productor Luis Miñarro, para los no convencidos Une histoire seule, el delirio godardiano (según Quintín) de Aguinaldo Fructuoso y Xurxo Chirro (director de Vikingland), que comparecerá para presentarla. Y también, en la Casa de Colón, a esta misma hora se proyecta C’est eux les chiens, de Hicham Lasri.

A las 22h nos encontramos con Youth without youth, la primera película dirigida por Francis Ford Coppola diez años después de Legítima defensa. Pero en esta sesión sobresale La noche más freak, donde este año se incluyen la francesa Les rencontres d´après minuit, de Yann González, que fue seleccionada entre los diez mejores films del año pasado por Cahiers du cinema, y Bill Pympton.


Festival de cine de Las Palmas (LPAFilmfestival) 2014: sugerencias día VI

5 junio 2014

Kumiko the treasure - ZellnerEsta mañana se estrenó la penúltima dupla de la Sección oficial, con Eryka’s eyes, a las 10h, del hispano canadiense Bruno Lázaro Pacheco, y a las 12:30h, Kumiko, The treasure hunter, del norteamericano David Zellner.

Mekas at work with Outtakes from the life

Por la tarde destaca el último pase de Outtakes from the life of a happy man, la última película de la coherente e inconfundible obra de Jonas Mekas, que sigue trabajando en la intersección de la poesía, el montaje y la biografía, ofreciendo esta vez una pieza compuesta por descartes y breves fragmentos de diferentes épocas, acompañados por la música coral de su boda e insertos actuales de Mekas cortando y editando. A la misma hora coincide el único pase de Al doilea joc (The second game), la reunión de Corneliu Porumboiu con su padre, Adrian Porumboiu, para contemplar y comentar el encuentro de fútbol entre el Dinamo-Steaua que éste arbitró en diciembre de 1988 y que fue seleccionada en el Forum de la Berlinale. Y también, en la Casa de Colón, a esta misma hora se proyecta C’est eux les chiens, de Hicham Lasri.

A las 20h se solapan una cuadrilla de interesantes opciones, É o amor, del portugués João Canijo, al que conocemos por Sangue do meu sangue. El último pase de A spell to ward off the darkness, la suerte de tríptico o viaje espacio-temporal de su protagonista, surgido de la colaboración entre Ben Rivers y Ben Russell, que ayer logró espantar de la sala a casi todos los espectadores, salvo a tres valientes. Y, en el CICCA, Uranes, el primer largometraje de Chema García Ibarra, realizado dentro del proyecto Littlesecretfilm.

Mes séances de lutte

La última sesión plantea un nuevo dilema entre el pase final, en realidad único, pues en el anterior ningún espectador se acercó a verla, de la sesión de cortos de Andrea Tonacci (Já visto, jamais visto), Phil Solomon y Jean-Claude Rousseau, o bien, si no se tuvo la suerte de verla ayer, Mes séances de lutte, una historia de amor que transita entre el desencuentro y la imposibilidad de las palabras al encuentro y el exceso de los cuerpos, que sigue sin gustar en la prensa local. Por cierto, la proyección nocturna de ayer fue seguida de un pequeño y caótico coloquio (gracias al sabotaje de la traductora y la falta de dirección del moderador) con un muy severo Jaques Doillon.


Festival de cine de Las Palmas (LPAFilmfestival) 2014: sugerencias día V

4 junio 2014

Esta mañana se han presentado las dos contendientes de la Sección oficial, É o amor, del portugués João Canijo, al que conocemos por Sangue do meu sangue, y la canadiense The auction (Le démantèlement), de Sébastien Pilote.

Joaquin Pinto Nuno

En la primera sesión de la tarde destaca E agora? Lembra-me, el diario filmado de Joaquim Pinto, que recoge el año de tratamiento experimental contra la hepatitis y el VIH. Coincide con otras propuestas sugerentes, como Stop the pounding heart, de Roberto Minervini, y con la española Ilusión, en el CICCA, de Daniel Castro, las tribulaciones de un cineasta en tiempos de crisis.

A las 20h se proyecta, con presentación de su director, Jaques Doillon, la interesante, a pesar de la diatriba publicada en la prensa local, Mes séances de lutte, y también A spell to ward off the darkness, la última obra ¿experimental? surgida del tándem formado por los dos Ben, Rivers y Russell.

The canyons - Paul Schrader

En la sesión nocturna solo hay que elegir entre Ruin, película australiana premiada en la Mostra de Venezia del año pasado, dirigida por Michael Cody y Amiel Courtin-Wilson y The Canyons, de Paul Schrader, otro ilustre representante del Nuevo Hollywood cuyas películas, como las de Coppola y De Palma, con las que comparte ciclo invisible, parecen ser kriptonita para la distribución.


Festival de cine de Las Palmas (LPAFilmfestival) 2014: sugerencias día IV

3 junio 2014

Mes séances de lutte Jacques Doillon

Esta mañana se estrenaron sendas películas correspondientes a la Sección oficial. A las 10, Mes séances de lutte, del muy desconocido y poco estimado director francés Jaques Doillon, que se encuentra en la ciudad, y a las 12:30 Mary is happy, Mary is happy, de Nawapol Thamrongrattanarit. A la misma hora también se proyectó fuera del programa Costa da morte porque el pase de anoche tuvo que ser suspendido debido a un problema técnico. Una verdadera lástima porque aunque hoy se le hizo la justicia debida al exhibir el despliegue paisajístico de Lois Patiño en una pantalla mucho mayor solo fue disfrutada por siete espectadores.

A las 17h se proyecta el tercer y último bloque de cortos del LPAFilmCanarias en el Teatro Guiniguada.

En la sesión de las 18h los tres planes resultan igualmente atractivos, Castanha, el documental dirigido por Davi Pretto sobre el actor y transformista João Carlos Castanha, O homem das multidões, envolvente y ligero estudio de la soledad en formato cuadrado y filtro instagrámico, dirigida por Cao Guimaraes y Marcelo Gomes, presentada en la Berlinale, y Carta a un padre, el diario íntimo en clave autobiográfica del argentino Edgardo Cozarinsky.

Por la noche también nos encontramos con la sesión que más interés y más problemas levanta de todo el festival: tres propuestas atractivas, y dos pases únicos, el de Night moves, la última película de Kelly Reichardt, y el de Árboles, del colectivo Los Hijos, lo que nos lleva a posponer el visionado de Pays barbare, de Yervant Gianikian y Angela Ricci Lucchi hasta el próximo pase, el sábado; y echar a suertes la elección entre los dos primeros.

Mahjong-Joao Pedro Rodrigues y Joao Rui Guerra da Mata

A las 22h, como ya cumplimos con Educaçao Sentimental, la artificiosa y teatral película de Júlio Bressane, nos prepararemos para disfrutar de otro de los platos fuertes del día más afortunado del Festival, el combinado de cortos compuesto por Redemption, de Miguel Gomes, Mahjong, de João Pedro Rodrigues y João Rui Guerra da Mata, más America, de la directora y miembro del jurado de esta edición Valérie Massadian, y Our shadow will, de Vladimir Perisic.