Festival de cine de Las Palmas 2018 – Sugerencias

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La 18ª edición del Festival Internacional de cine de Las Palmas de Gran Canaria comenzó este viernes su andadura arrastrando una polémica sobre los pagos pendientes de ediciones anteriores, entre ellos el de la Asociación de cine Vértigo, que ha provocado la ausencia de sus miembros en el ecosistema festivalero en los dieciocho años de vida del Festival. No obstante, concurre a su cita primaveral, solapándose en su tramo final con el de Málaga, con un programa repleto de citas, que incluye más de doscientas sesiones.

A fábrica de nada

El Festival sigue incrementando paulatinamente su presupuesto, pero sin abandonar la senda marcada durante los años de austeridad, intentando infructuosamente convertirse en un reclamo turístico para cruceristas (“genera a su alrededor un animador (¡!) ambiente en el tránsito del público hacia las salas») y nómadas digitales foráneos (publicitando sus contenidos como «cine independiente, exótico y alternativo en el que no es raro encontrar ciclos dedicados a la revisión de las figuras más iconoclastas de Hollywood y sus obras»). Quizás por ello continúa asociado al Monopol Music Festival, a pesar de las más que legítimas dudas que se suscitaron el año pasado, al hilo de su programación, coste y sentido. Si bien desde el propio Festival este año se ofrece una cierta competencia en el apartado musical, pues ha programado -como novedad esta edición- sus propias citas musicales (las Monkey nights concerts) durante todas las noches del Festival. El grueso de las proyecciones -como viene ocurriendo los últimos años- tienen lugar en los Multicines Monopol, reservando de nuevo el alejado Museo Elder de la ciencia para la píldora de ciencia ficción del Este que supone el ciclo Estrella roja, y el Teatro Pérez Galdós para pases de la Oficial (y La noche más freak).

A la pérdida definitiva de secciones como Banda aparte o Déjà vu, se suma este año la caída en desgracia de los cursos que salpicaron las pasadas ediciones, pero sí que se mantiene la gran novedad del pasado año: el MECAS o “mercado internacional de corte final”, destinado a obtener apoyo a la post-producción y distribución de proyectos cinematográficos en desarrollo, donde la producción cinematográfica canaria en fase de desarrollo contará con una jornada específica, el 9 de abril.

Los focos cinéfilos, sin perjuicio de las sorpresas que ofrezca el buque insignia de la Sección oficial, este año marcadamente asiática, ignota y a sorprender (salvo los nombres de Guy Maddin y Petzold, a concurso, y Švankmajer o Monleón fuera de él), viene de la mano de Panorama, Revolución 68, Estrella Roja y Radu Jude 4½+4 -dedicado y programado por el director rumano, miembro del jurado-. Por cierto, el colombiano Luis Ospina, también jurado, presentará en un pase único su recorrido por el Grupo de Cali, Todo comenzó por el fin.

La cosecha de Panorama de este año nos premia no con una, sino con dos películas de Hong Sang-soo, The day after y Claire’s camera, así como reúne imprescindibles perlas festivaleras como Western, la magnífica incursión de Valeska Grisebach en los confines de la frontera Este de la Unión Europea, A fábrica de nada, una de las sorpresas del pasado Festival de Cannes, al igual que A ciambra, producida por Scorsese, donde Carpignano retoma los personajes que protagonizaron su anterior obra, Mediterranea; Visages, villages, la última excursión de la maravillosa Agnès Varda por la campiña francesa, incluida una infructuosa visita a su huraño ex amigo J.L. Godard. De la misma manera, resultan igualmente recomendables las últimas películas de Nobuhiro Suwa (Le lion est mort ce soir), Claude Lanzmann (Napalm), la película póstuma de Raúl Ruiz (La telenovela errante), estrenada en Locarno, y la ganadora del último Festival de Gijón, En attendant les barbares, de Eugène Green.

Niñato affiche

De Panorama España destacamos el largo Niñato (de Adrián Orr), ganador del último BAFICI, y el pase de los cortos Aliens, el retrato de Tesa Arranz realizado por Luis López Carrasco, y Los deseheredados, de Laura Ferrés, solitaria presencia española en el último Cannes. Igualmente, como apuntábamos más arriba, recomendamos el muy interesante y variopinto ciclo dedicado a las revoluciones del año 1968, con una recopilación de fantásticos títulos, donde destaca la pertinencia de las obras de Godard, Tout va bien o La chinoise, de quien por cierto Radu Jude recupera Vivre sa vie (así como las joyas Un verano inolvidable (del precursor del nuevo cine rumano L. Pintilie), Pays barbare, de  Gianikian y la recientemente fallecida Angela Ricci Lucchi y He nacido, pero, de Ozu). Pero también la sobresaliente e infravalorada Medium cool, retrato de los EEUU inmersos en la guerra de Vietnam, con los disturbios circundantes a la famosa Convención nacional demócrata de Chicago de 1968 de fondo, dirigida por el genial director de fotografía Haskell Wexler. Así como la posibilidad de visionar Las margaritas, película fundacional de la Nueva ola checa, dirigida por Vera Chytilova, Punishment park, del siempre sugestivo -y aún poco conocido- Peter Watkins, Porcile, considerada menor dentro de la filmografía de P.P. Pasolini, pero anticipo de su obra final Salò o le 120 giornate di Sodoma, o rescatar L’été, de Marcel Hanoun, el primero de sus cuatro films dedicados a las estaciones, Alondras en el alambre de Jirí Menzel (otro miembro clave del nuevo cine checo, como Forman, Němec o Jireš), Memorias del subdesarrollo, del cubano Tomás Gutiérrez Alea, o Eros y Masacre, la primera entrega de la trilogía sobre el radicalismo que realizó Yoshishige Yoshida.

La chinoise

Por último, en el espacio que recoge lo más selecto de la producción del cine reciente hecho en Canarias, Canarias cinema, predomina el documental entre los cuatro largos a concurso: Telúrico de Sergio Morales, Raíces de Mi hoa Lee, Las postales de Roberto de Dailo Barco y proveniente del Forum de Berlín El mar nos mira de lejos, de Manuel Muñoz Rivas. A los que se unen dos obras fuera de concurso: Bárbara Nadie, primer largo de Ayoze García (en torno al personaje de Barbara Stanwyck en Meet John Doe) y Apocalipsis Vodoo del incombustible Vasni Ramos. En el apartado de cortometrajes concurren catorce cortos, donde predomina el documental y la presencia de conocidos autores como Samuel M. Delgado y Helena Girón, Amaury Santana, Rafael Navarro, Macu Machín, Miguel G. Morales o Daniel León Lacave.

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