Irreversible (Irréversible) – Gaspar Noé (2002)

Por Beatriz González

En medio del camino del viaje de nuestra vida me encontré / en una selva oscura por haberme apartado del camino recto. (Dante Alighieri: La Divina Comedia, Infierno”)

lugar abyecto por excelencia próximo del detritus y de la mierda, agujero negro universal… (Beatriz Preciado: Testo yonqui)

Generalmente vivimos tranquilos en la lógica de la planificación y en la certeza de la seguridad. Sin embargo, puede suceder que una tarde salgamos de casa y que nunca volvamos, o que cuando lo hagamos, ya no seamos la misma persona, porque en medio del camino nos ha ocurrido algo inesperado y horrible. Esto es lo que le sucede a Alex, la protagonista femenina de Irreversible, al penetrar en un túnel subterráneo en medio de la noche -derrochando fe en el acontecer de la normalidad-, para salir en coma, con la cara, el culo y la vida destrozados.

Irreversible - Pasaje

La película de Gaspar Noé nos da explícitamente sus claves teóricas. Por un lado, “el tiempo lo destruye todo” (tempus edax rerum), máxima de las Metamorfosis de Ovidio enunciada por el carnicero (Philippe Nahon), protagonista de sus películas Carne (1991) y Solo contra todos (1998), cuya única función en Irreversible -en su turbadora desnudez- es la de ser un prólogo/epílogo que pone al espectador en guardia sobre el calado filosófico-existencial de lo que está a punto de ver. Por otro lado, Alex funciona como el laboratorio humano del libro que ella misma está leyendo, An Experiment with Time, de J.W. Dunne (1927), que trata sobre el carácter eternamente presente y simultáneo del tiempo y la aptitud de los sueños para sustraerse a la linealidad temporal propia de la consciencia y adquirir carácter premonitorio. Al principio del relato (final de la película), su destino se nos presenta como predeterminado por la cámara, que la observa desde arriba, la elige y la entrega a la destructora centrifugadora del tiempo mientras ella lee plácidamente sobre la hierba el libro de J. W. Dunne.

Irreversible - Alex en el parque

El relato contado cronológicamente es simple: Alex (Monica Bellucci), su ex pareja Pierre (Albert Dupontel), y su actual pareja Marcus (Vincent Cassel), acuden a una fiesta nocturna que ella abandona sola después de una discusión con Marcus, que busca a otras mujeres y consume drogas. Por el camino a casa, Alex sigue el consejo de una desconocida e, incapaz de identificar un sueño premonitorio, decide atravesar un paso subterráneo en lugar de cruzar la ancha avenida, sin imaginar -incipientemente embarazada, llena de confianza en el futuro- su fatal colisión con La Tenia (Jo Prestia), que la sodomiza, la humilla y la golpea brutalmente hasta dejarla en coma. Marcus, en sus deseos de venganza y Pierre, intentando controlar a Marcus, se embarcan esa misma noche en un viaje que los lleva hasta las profundidades del Rectum, antro gay sadomaso en el que se encuentra La Tenia. Allí, Pierre abandona la racionalidad que lo caracteriza y mata errónea y salvajemente a golpes de extintor a quien él cree que es La Tenia, a la vez que salva de la violación a un Marcus inmovilizado.

Formalmente, Noé recurre a la técnica de la narración invertida ya utilizada en Memento (Christopher Nolan, 2000) para mostrar desde la perspectiva irreversible de lo ya acontecido el truncamiento de la vida de los tres personajes a raíz del fatal suceso y de sus consecuencias inmediatas. La película comienza por el final de la historia (los fallidos intentos de venganza de los dos hombres después de la violación) y termina por el principio (Alex leyendo plácidamente en un parque antes de la violación). Externamente, el relato se estructura en torno al acontecimiento central de la brutal violación de Alex, que se desarrolla en tiempo real durante unos 9 minutos y se presenta en una sola toma con la cámara fija. Se trata, pues, de tres bloques de desigual metraje, claramente diferenciados por la actitud de la cámara, que interviene activamente en ese “experimento con el tiempo” de Gaspar Noé: se retuerce cuando muestra inicialmente la posterioridad de la violación, que el espectador, incómodo -y al contrario que los personajes- aún desconoce; se comporta fría y estática ante la violación, y se vuelve diáfana y atrevida al presentar la anterioridad de la catástrofe, conocida por el espectador pero ignorada por los personajes. De este modo, espectador y personajes están siempre en orillas diferentes de la perspectiva, salvo en la escena de la violación, que se erige en una especie de tiempo-cero motor de la destrucción que aúna la visión del espectador y la del personaje en un largo e intolerable ahora.

Irreversible - Violación

Internamente, el relato está estructurado por un insoslayable y omnipresente mecanismo de cohesión: lo anal, que, de tres maneras diferentes -metafórica, brutal y evasiva- está presente en los tres bloques respectivamente (el camino por el Rectum, la violación en el túnel y el deseo de Marcus después de la siesta). Y es que, al margen de la originalidad formal, de la crudeza y explicitud de la violación a tiempo real y de las más bien evidentes reflexiones filosóficas, lo realmente curioso de esta película es lo significativo de su carácter anal que, por otro lado, carece por completo de funcionalidad narrativa.

Irreversible - Rectum

A nadie se le escapará el carácter alegórico-dantesco de la peregrinación de los dos protagonistas masculinos heterosexuales en busca de venganza al introducirse en el Rectum para encontrar a La Tenia. Al atravesar la puerta del Rectum (el ano), Marcus, en un refrescante giro humorístico, descubre de manera apenas perceptible, la relación entre los dos mundos, el real y el simbólico, al exclamar: “¡aquí huele a mierda!”. El recorrido audiovisual por el Rectum se traduce en un plano secuencia con una cámara que no deja de retorcerse dibujando círculos intestinales, con pliegues de penumbra y oscuridad que velan y desvelan divertículos bacteriológicos masturbantes enfrascados en gemidos de placer y gritos de dolor, todo ello bajo un sonido industrial repetitivo y agobiante que sugiere una evacuación rectal inminente.

En un proceso digestivo-semiótico, el recto engulle a los dos protagonistas masculinos y los expulsa -los caga- transformados en excrementos de sus propias vidas: Marcus, el macho heterosexual, entra arrebatado por las ansias de venganza y sale casi inconsciente con un brazo partido, y humillado en su masculinidad, teniendo que afrontar el sentimiento de culpa del horrible destino de Alex. Pierre, el profesor de filosofía, hombre racional de lenguaje, entra intentando contener la ira de Marcus y sale animalizado, después de evitar que sodomicen a su amigo y de matar brutalmente a la persona equivocada. Dentro queda, intocable, La Tenia en su morada, agente destructor del que se sirve el tiempo, que transita impunemente por el recto de Alex, por el túnel rojo y por el club Rectum.

irreversible - Marcus rectumIrreversible - Pierre rectum

Después de un nada idílico paseo por el Rectum, antro gay sadomaso que alberga en sus entrañas la esencia del mal, sería fácil tachar esta película de homófoba. Pero si prestamos atención a sus obras precedentes, Carne o Solo contra todos, salta a la vista que lo anal en Noé es una fijación existencial, emparentada con un atroz nihilismo, que trasciende lo meramente sexual o lo aplasta en metáforas vitales que habría que desentrañar antes de realizar cualquier juicio de valor. Parece como si, ante la continua conciencia de que “el tiempo lo destruye todo” o de que “cualquiera puede perderlo todo en un segundo” (Carne), la sodomía se volviese la única práctica coherente a la espera de otra lluvia de azufre y fuego. La condición humana quedaría así fatalmente representada por un nihilista sodomita post-bíblico que, precisamente por conocer la irreversible destrucción de Sodoma, se aferra a las prácticas más violentas e improductivas. Todo ello sería la alternativa rebelde y suicida a la condena vital que el carnicero expone en Solo contra todos: “Y cuando se te van las ganas de follar notas que no queda nada por hacer en el mundo. Y que en realidad no hay nada más en esta puta vida. Nada más que un programa de reproducción en tus entrañas que uno se siente obligado a respetar”.

Irreversible - El carnicero

También en Irreversible asistimos a un cuestionamiento del sentido de la heterosexualidad reproductiva. Noé nos enseña a Alex y a Marcus despertando de una siesta en toda su desnudez, desperezándose y jugando eróticamente en la cama con tierna complicidad. Sin embargo, significativamente, no hay acto sexual de ningún tipo, aunque el espectador esté esperándolo como una compensación balsámica tras la cruda violencia de las imágenes anteriores. Y es que los impracticables deseos de Marcus de sodomizar a Alex tendrán su verdadera y monstruosa realización en el túnel con La Tenia, que la humilla y la destroza, reprochándole una y otra vez su condición de mujer burguesa. De hecho, en una lectura culpabilizadora y fatal, es Marcus quien entrega a Alex a La Tenia, al ser incapaz de apreciar el germen de la familia y no estar preparado para el futuro normalizador que late dentro de ella, sino que en su lugar, desea darle por el culo, juega con otras mujeres mientras consume drogas y la deja marchar sola y disgustada de la fiesta, pese a las advertencias del teórico, pero completamente inepto, Pierre. De alguna manera, lo que en Irreversible no se dice explícitamente (que en el fondo La Tenia es el ello de Marcus), se integra claramente en la conciencia del personaje del carnicero, que sodomiza brutal y calculadamente a “culo gordo” con la intención de provocarle el aborto de su propio hijo.

Irreversible - Violación pasaje

Penetrar en las interioridades del Rectum podría ser la metáfora del “al revés” vital desde el cual se contemplan los acontecimientos de la película, del zarandeo existencial humano ante la fatalidad destructora del tiempo, que succiona a los protagonistas de la normalidad de sus vidas y los excreta sin esperanza y sin futuro. Pero, por otro lado, también hay en Irreversible una literalidad sodomizada y sodomizante, una literalidad de la carne-significante que no remite a nada más que a sí misma y a su propia violencia expresiva, dinamitando de antemano el significado del instinto sexual reproductivo, que no es más que una absurda pretensión humana ante el poder destructor del tiempo.

16 Responses to Irreversible (Irréversible) – Gaspar Noé (2002)

  1. Ya lo dijo Humbert Upstart en su menospreciado ensayo de 1921 «Ascáride»:
    «El gusano plano, o en forma de cinta, blanquecino y formado por numerosos segmentos iguales, que es parásito del hombre y de los animales abandonó la superficie del planeta en el que vivimos no ocupada por el agua y encontró acomodo en la última parte del intestino, que termina en el orificio en que termina el tubo digestivo de muchos animales, y por el que se expulsan los residuos del alimento que, tras haberse hecho la digestión, elimina el organismo por [el resto se ve borroso]».

  2. Beatriz dice:

    Muchas gracias por su tan pertinente comentario, señorita Abyecta; seguro que dará lugar a un enriquecedor debate. Su erudición y su capacidad para encontrar obras ya desaparecidas son impresionantes. Aprovecho para animarla a reeditar ese imprescindible de la zoología, «Ascáride».

  3. jesus cortes dice:

    Comparada con esta película encontré «Hunger» divertida y blanda. También mucho mejor.

    • Beatriz dice:

      No he visto Hunger. Pero desde luego que Irreversible no es (ni pretende ser) divertida ni blanda. Los adjetivos que usas no me parecen especialmente positivos y no sé si los parámetros de comparación son adecuados. Hay muchas películas divertidas (o entretenidas) que al final no son más que eso: puro entretenimiento del blando, del perfectamente prescindible, que pasa a engrosar la lista de horas perdidas sin dejar la más mínima huella o inquietud. En cualquier caso, una película no es mejor por ser más divertida o más blanda, ¿no?

  4. el capocha dice:

    El tiempo destruye todo!!!

  5. Mister I. Oso dice:

    Estimada señora:

    Lamento tener que discrepar parcialmente de su última observación.

    En ocasiones una película es mejor precisamente por ser más blanda. ¿Imagina usted que la cutícula de las uñas fuera dura cual piedra? ¿Y esa fina capa de grasa que recubre un caldo cuando se enfría? ¿Imagina usted esa película dura y, encima, poco divertida?

    La invito a que reflexione sobre la intrínseca relación que existe entre lo blando, la bondad y las películas en general.

  6. Beatriz dice:

    Estimado Mr. I. Oso:

    No olvide usted nunca que «dichoso el árbol que es apenas sensitivo, y más la piedra dura».

    No existe ninguna relación intrínseca entre lo blando y la bondad. Se deja usted influir por el recuerdo de esas almohadas frías y blandas de la infancia. Es usted un sinestésico incurable.

  7. jesus cortes dice:

    Creo, ya no lo recuerdo, que hablaba en tono jocoso, Beatriz. «Hunger» es una durísima cinta de Steve McQueen sobre presos del IRA, que puede que te guste. Es un film claustrofóbico y desagradable, pero en cierto modo, valioso en la única forma posible, retratando la verdad desnuda.
    Gaspar Noe no me gusta, lo siento. Tampoco Miike ni Chan Wok, me perturban mucho más Brisseau o Grandrieux.

  8. misteriosoobjetoalmediodía dice:

    Hola Jesús,
    Ya me supongo que el tono sería jocoso porque, aunque aún no la he visto, doy por hecho que Hunger no es precisamente divertida, ni blanda.
    Sin embargo, en este caso, y al margen de los gustos personales, que no es la cuestión (o no debería serlo), todavía no has mencionado las razones por las que Irreversible te parece una mala película (y Noé un mal director). No sé si lo decías en ese sentido, o fue casualidad, pero para contribuir a la polémica, no creo que Noé se pueda relacionar con Miike ni con Chan-wook, ni siquiera estos entre sí.

  9. jesus cortes dice:

    Verás, estas polémicas me resultan un poco tontas. Ni he dicho que me parezca mala esa película ni que Gaspar Noé sea un mal director. Tendrás que volver a leerlo. Hablo de gustos personales… ¿y de qué más puedo hablar?, ¿acaso tú eres portavoz de alguien más aparte de tí misma?. Tampoco he relacionado para nada a los otros dos directores con Noe salvo en el aspecto de que me gustan tan poco como él. Las razones están en la boca del estómago cuando veo sus películas y supongo que podría hacer un completo informe de los porqués pero sólo hago eso con cosas que me gustan.
    Prometo no molestar más.

  10. Beatriz dice:

    ¡No hombre, no molestas!! Al contrario: los comentarios le dan vidilla al asunto. Nada de esto es personal: hablamos de pelis, ¿no?
    Yo vi hace poco en el Festival de Cine de Las Palmas Un lac de Philippe Grandrieux y, aunque visualmente es muy impactante, me pareció muy superficial, con personajes planos y con una oscuridad demasiado pretendida… La peli me dejó totalmente vacía, no me dijo absolutamente nada.
    Las razones para muchas de nuestras impresiones están, como tú dices, en la boca del estómago, o en cualquier otro sitio en el que elijamos situar esa inevitabilidad intuitiva que hace que el arte nos llegue o no nos llegue. Pero también creo que todo ello es intelectualizable, especialmente si queremos hacer una tarea «crítica» consistente.

    Saludos.

  11. jesus cortes dice:

    Precisamente porque hablamos de películas es algo muy personal. No sé el sitio que ocupa en la vida de cada uno el cine; para mí es tan necesario como dormir. No pretendo ser consistente, defiendo un comentario de cine relacionado con el mundo de las sensaciones, aborrezco los esquemas y las demostraciones porque el arte no se presta a ellas. Será por deformación musical porque yo empezé muy joven a oir rock n´roll pero las cosas que más me emocionan rara vez puedo intelectualizarlas. Abogo por la abstracción total y por la belleza. No hay más.
    No he visto aún «Un lac» aunque ganas no me faltan. No busco personajes consistentes en Grandrieux. ¿Cómo puedes ser consistente si tu vida es un caos como suelen serlo las de los habitantes de sus films?. Bastante hacen con comunicarse de alguna manera. Me inquieta cómo es capaz de crear atmósferas y me emociona su oscuridad. Te lo dice un fan de Raoul Walsh, fíjate. El cine de los 50 era mejor porque la vida era mejor, ahora sólo queda recoger lo poco que queda en pie.

  12. misteriosoobjetoalmediodía dice:

    Después de este irresoluto intercambio entre lo concreto y lo abstracto, lo intelectual y lo visceral, aprovecho para dejar constancia de que el pasado viernes se estrenó en Cannes el último film de G. Noé, Enter the void. Como hemos podido comprobar, Noé no deja a nadie indiferente, ni a tirios ni a troyanos.

  13. Virgil Starkwell dice:

    And she, um, she was an expert on laundry.

    She was fantastic.

    I offered her to let her do my shorts

    and she was very moved by that I think.

    She just knows everything about underwear.

    I never saw anyone who knew so much about socks and T-shirts.

    She was some kind of genius that way.

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