Close Up – Abbas Kiarostami (1990)

Cuando me refiero al «cine poético» no quiero decir que deba tener un mensaje humanista, sino que debe ser como la poesía, poseer sus complicadas calidades, y su vasto potencial” A. Kiarostami

Hablar hoy de cine iraní sin mencionar a Kiarostami resulta prácticamente imposible, y -como ocurre con la música y el arte contemporáneo- hablar tanto de uno como del otro suele generar inmediata polémica sobre su valor, y dar rienda suelta a los prejuicios relativos a su dificultad, ininteligibilidad o aburrimiento. Con todo, y para el que no esté familiarizado con Kiarostami, Close up constituye la excusa perfecta para adentrarse en su cine.

De entrada -al menos esta es la versión oficial-, debemos tener en cuenta que esta película es fruto del azar. Nada menos que un día antes de comenzar a rodar un proyecto llamado “Dinero de bolsillo”, Kiarostami resultó cautivado por la lectura de un artículo sobre un individuo (Sabzian) que se introdujo en una familia burguesa suplantando la personalidad del director de cine iraní Mohsen Makhmalbaf (El ciclista, Gabbeh, Kandahar). Fue tal el apasionamiento que despertó en él que, a pesar de carecer de guión previo y con unas simples notas, se lanzó a rodar aprovechando los días y los materiales previstos para el film que tenía planeado, presentándose en la cárcel para entrevistar al impostor y en el Juzgado para obtener los permisos necesarios para grabar el juicio; logrando incluso adelantarlo para que coincidiera con el plan de rodaje original: cuarenta días.

Makhmalbaf y Sabzian

El film se abre con una larga secuencia en la que un periodista y dos policías parten en un taxi con la intención de detener al suplantador y, tras los títulos de crédito, Kiarostami acude a hablar con la familia «estafada» (los Ahanjah) y a entrevistarse con Sabzian en la cárcel. Luego asistimos al desarrollo del juicio mientras se intercalan escenas reconstruidas de los hechos, (esta vez desde el punto de vista del impostor). El tramo final lo ocupa el conmovedor encuentro de Sabzian con el auténtico Makhmalbaf y el trayecto de ambos Makhmalbaf (el verdadero y el falso) en moto hacia la casa de los Ahanjah.

En Close up se alternan imágenes reales (la cárcel, el juicio) con ficcionalizaciones interpretadas por sus propios protagonistas reales. A pesar de lo apresurado de su concepción y realización -y de los mimbres aparentemente documentales-, lo cierto es que esta sencilla historia ocupa un indefinido -o un nuevo- espacio entre la realidad y la ficción, y además permite una suerte de lecturas variadas. Por un lado, reúne algunas de las características estilísticas reconocibles de su director: escenas rodadas en un coche, las tomas con la ventanilla del vehículo enmarcando la visión a modo de pantalla dentro de la pantalla, las conversaciones fútiles, la simplicidad -casi anecdótica- de la trama, el énfasis en los pequeños gestos, en los detalles mínimos, lo singular de la situación (unos policías y un periodista en un taxi dirigiéndose a realizar un arresto, que gestiona éste último), el desconocimiento de la dirección a la que se dirigen, el paisano que pretende venderles un pavo…

Por otro lado, a pesar de que se centra en un hecho concreto, el film desprende una soterrada crítica social que se aprecia en la desesperada situación laboral y económica en la que vive Sabzian, y en los trabajos que desempeñan los hijos de la familia Ahanjah, completamente ajenos a sus estudios de ingeniería. También, cuando menos a los ojos de un occidental, resulta peculiar el funcionamiento del sistema penal y judicial iraní: a Sabzian se le mantiene en prisión por una supuesta (en todo caso ridícula) estafa, el juicio se adelanta con motivo del rodaje, y en él interviene activamente nada menos que el propio Kiarostami (¡!), interrumpiendo y formulando numerosas preguntas.

Pero sobre todo, es una película sobre el cine, y sobre su perturbador efecto sobre la sociedad -incluso en una religiosa como la iraní- y sus individuos -la fascinación la padecen indistintamente tanto Sabzian como la familia Ahanjah-. De hecho, podemos contemplar el film como un ejemplo -como ocurría en Arrebato (I. Zulueta, 1979)- de la condición vampírica del celuloide. Irónicamente, como en una caja china, Sabzian, el fanático del cine y la familia Ahanjah, admiradores de Mohsen Makhmalbaf, finalmente cumplen sus expectativas, que habían resultado mutuamente frustradas, y devienen protagonistas de un film, una película sobre un momento de sus vidas, haciendo de ellos mismos. Con lo cual en realidad son, a su vez, vampirizados por Kiarostami.

Abbas Kiarostami

Kiarostami ha sido definido como un cineasta neorrealista, o naturalista, pero sólo lo sería tras pasar (a R.Rossellini y a S. Ray o J. Renoir) por el filtro de la posmodernidad. Es cierto que maneja recursos afines: formas propias del cinema verité, elude complicaciones técnicas, rueda en exteriores, emplea actores no profesionales y parte de la realidad; pero también lo es que lo hace desde la autoconciencia del medio y del relato, y desde la autoreferencia (como sucede en la denominada trilogía Koker), para atrapar la verdad -lo real- en la reinterpretación, en la repetición, en lo anecdótico o lo cotidiano, en la confusión con la ficción; de tal forma que finalmente es indiscernible una de la otra; es un creador de “realidad”. En palabras del propio Kiarostami “para atrapar la verdad es preciso en parte traicionar la realidad”. Por estas razones su cine estaría emparentado con el de J.L.Godard, W.Herzog, E. Morris o Apichatpong Weerasethakul (p.e. Dokfa nai meuman, 2000).

La película rompe los límites de la narración convencional (no es una ficción realista, sino un hecho real interpretado por las personas involucradas, con la apariencia del cine documental y con la intervención del propio director), genera confusión respecto a lo narrado que, aun plasmándolo de una manera eminentemente naturalista, da pie a una incómoda dimensión real/ficcional. Sabzian y su drama, por su manera de conducirse y expresarse (en el juicio y en las ficcionalizaciones) resulta tanto o más (¿in?)verosímil que si fuera un personaje de ficción. El visionado del documental Close up/long shot (M.Chokrollahi y M.Mansouri, 1996) nos ofrecería una nueva vuelta de tuerca; otra vampirización. En definitiva, Close up, por las razones que comentamos, es determinante, un hito en su filmografía pues, contemplada con la perspectiva del tiempo, es fácil apreciar su tremenda influencia en el cine que ha venido realizando posteriormente.

Hossein Sabzian

El cine de Kiarostami posee la cualidad de estar a medio hacer -él no se cansa de repetir que debe completarse en la mente del espectador-, pero al contrario que otros autores que «juegan» con los límites del cine y lo visual desde el artificio y la estética (p.e. Gondry, Kaufman, Jonze), Kiarostami, detrás de sus caprichosas formas cinematográficas y temáticas ofrece una verdadera reflexión no sólo sobre el cine sino sobre la verdad y el hombre.

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Irán, 1990, 94 min. Título original: Close up/Namai-e Nazdik. Director, guión y montaje: Abbas Kiarostami. Productor: Ali Reza Zarrin para Kanun-e Parvaresh-e Fekri Kukadan va Nuyavanan (Centro para el Desarrollo Intelectual de Niños y Adolescentes). Fotografía: Ali Reza Zarrindast. Intérpretes: Hossein Sabzian, Hassan Farazmand, Abolfazl Ahanjah, Mehrdad Ahanjhah, Mauchehr Ahanjah, Nayer Mohseni Zonuzi, Ahmad Reza Moayed Mohseni, Mohsen Makhmalbaf.

13 Responses to Close Up – Abbas Kiarostami (1990)

  1. Sang Sattawat dice:

    Me gusta Kiarostami, creo que la primera película suya que vi fue «El sabor de las cerezas», desde luego no pudo ser otra mejor; tiene la facultad de que me meta totalmente en las historias que cuenta, cuando aparentemente «no tienen nada que ver» conmigo. La que reseñas no la he visto, y por si la veo no he querido leerme lo que has escrito; sé que eso hace muchas veces que me pierda cosas en las que podría fijarme mientras la veo… pero estoy cansada de no ir al cine sin saber nada, aunque en este caso sería imposible porque su cine tiene un sello muy particular; bueno, miento, me he leído el primer y último párrafo, hasta cuando hablas de la verdad y «del ser humano».

  2. misteriosoobjetoalmediodía dice:

    Gracias por el comentario.
    Yo he aprovechado la coyuntura para «hacerme» con unas cuantas de Kiarostami, de forma que pueda tener una visión más amplia y suplir carencias. Mi impresión previa iba en la línea del brote alérgico, aún recuerdo la escena final de «A través de los olivos», (10 minutos de plano estático son muchos minutos). Pero, si alguien le discutía su valor, el tiempo le va dando la razón.
    Ya me gustaría ir «virgen» al cine, pero me da la impresión de que hoy en día, con la avalancha de información y publicidad, es imposible vivir al margen. El resultado es que, como dices, se pierde el factor sorpresa y, al final, uno va condicionado. Por ejemplo, en la peli rumana «4 meses, 3 semanas…» ya iba esperando el anunciado como «el plano polémico»… muy mal.

  3. Sang Sattawat dice:

    Lo siento, ya me contarás cuál era… ¿no será el final en el que….?

  4. Marlon dice:

    Extraordinaria reseña. Honestamente Close up me conmovió, no conocía nada de Kiarostami. Es increíble como logra cautivar desde semejante sencillez, para luego enterarse uno de que está interpretada por los propios protagonistas de los hechos, quienes, dicho sea de paso, actúan mejor que mucho ganador de Oscars o Globos de Oro, o Cannes o toda esa basura que nos vende el mercado. Gracias por la reseña.

  5. RICARDO AIELLO dice:

    Estoy viendo el film Close Up. Me conmueve estéticamente. Esa creo que es una gran virtud de Kiarostami. No se emprende, desde lo narrativo, un ambicioso y gran trayecto; más bien la película se compone de pequeños «accidentes» que devienen en una gran contemplación del alma humana.

  6. misteriosoobjetoalmediodía dice:

    Creo que desde Close up, y a partir de la simplicidad narrativa y de medios, Kiarostami ha empredido un difícil camino sin retorno hacia la experimentación y el encuentro de los márgenes del cine, el relato y la ficción….

  7. David D. dice:

    Me he topado sin querer con esta excelente entrada, buscando información sobre esta obra. ¿Se puede hablar de milagro al referirse uno al cine? casi nunca, pero de vez en cuando un «milagro» surca inesperadamente el espacio, y creo honestamente, que «Close-up» es uno de esos escasos milagros. Rebuscar, revisar, indagar en el mundo Kiarostami, es encontrar regalos. Lo que habéis comentado me gusta, y voy a aportar unas simples anécdotas, comparaciones y coincidencias: ¿podría beber indirectamente le peli de Jonze, «Cómo ser John Malkovich» de esta obra? sé que decir esto es decir demasiado, pero le veo la gracia a esta comparación. Por supuesto, aquélla se fundamenta en la fantasía, en la fabulación y demás historias, y esta en un hecho real-imitación (Poética de Aristóteles), pero ambas tienen en común la búsqueda de cierta identidad que aporte algo de frescura a la vida. Pues eso, una simple anécdota coincidente. Otra es que la vida del señor Mohsen Makhmalbaf ha estado marcada por varias detenciones, y el personaje de «Close-up» termina también detenido por hacerse pasar por él, y eso no deja de ser otra más que curiosa coincidencia. Y finalmente, por no seguir con una larga retahíla de extrañezas, dentro de la peli se dice que al señor Makhmalbaf le han premiado en Locarno, hasta ahí nada especial, pero mirando fechas veo que esta peli es del 90 y el premio en Locarno que conozco es del año 96 por la peli «Un momento de inocencia», que curiosamente también versa sobre la figura de Makhmalbaf (o sea, sobre él mismo) y sobre el policía al que apuñaló años atrás. Como no sé si le habían premiado antes en Locarno, esta anotación de Kiarostami sería ficción pero también adivinación (sería bonito que así fuera, pero algo me dice que es un dato real el que aporta Kiarostami).
    Bueno, me he liado, propio de mí, en realidad quería decir que «Close-up» es una maravilla, gracias a que existen obras así hay motivo para seguir viendo y buscando tesoros, y hasta para hacer pequeños y leves ensayos cinematográficos, el listón de esta gente está demasiado alto.

    Un saludo (años después de la entrada o post, relatividad del tiempo y el espacio, diálogo permanente con los textos, como los antiguos).

  8. […] dramático convencional. Así, este film viene a suponer, junto con su siguiente largometraje Close up, el Rubicón cinematográfico en la obra de Kiarostami, pues a partir de él toma otros derroteros […]

  9. Walter AGÜERO dice:

    Hola a todos (cuatro años después del artículo original).

    Y si de cine dentro del cine, dentro del cine se trata, no olvidemos el (para mí) altamente degustable cortometraje «Il giorno della prima di Close Up (Nanni Moretti, 1996)».

    En él, además de la impronta y los tics de su realizador, vemos cómo se las ingenia para «explicar» la película de Kiarostami.

    Saludos y gracias por todos los comentarios.

    Walter AGÜERO

    • Misterioso objeto al mediodía dice:

      Hola Walter. Por suerte, como has podido comprobar, las entradas del blog tienen vida propia, así que bienvenido! Muchas gracias a ti por la sugerencia porque no conocía esta pieza de Nanni Moretti: la (re)vuelta de la vuelta de Close up.

      Saludos.

  10. leandro dice:

    Me gusta esto de que van pasando los años en el blog y la pelicula sigue siendo disfrutada, cuando vi la fecha de realizacion no pude mas que pensar que tenia tan solo 2 años, y sin embargo me parece hoy dia de lo mas moderno y contemporaneo que hay en el cine. Saludo a close up y a todos los amantes de este cine.

  11. […] Fuente: https://misteriosoobjetoalmediodia.wordpress.com/2008/02/13/close-up-abbas-kiarostami-1990/   […]

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